Una película deliciosa que tenía comprada de PÚBLICO de hace un montón y sin abrir. Una estructura dramática transparente, con su trama y subtramas, un desarrollo de personajes y motivaciones eficaz, y una elegante dirección de Stephen Friars. Además, tetas y culos, y algún pene, aderezados de canciones y coreografías de los años treinta: ¡qué más se puede pedir para una noche entre semana!
Me ha gustado bastante, desde luego Friars siempre resulta versátil y satisfactorio. Por cierto, leí en el primer número de CAIMAN CUADERNOS DE CINE que estuvo en sus manos el proyecto de "The descendants", que finalmente ha realizado Alexander Payne. Se estrena este mes, ¡iré a verla! ENTRE COPAS me chifla, a ver si esta me mola también, y de paso veo Election o About Schmidt.
